La Paidología
Tiene como campo de estudio al alumno, es decir, al niño en la situación de aprendizaje. Existió un laboratorio de Paidología ubicado en la Facultad de Ciencias de la Educación El laboratorio constaba de una tabla para medir la abertura de los brazos, antropómetros para medir la altura; craneógrafos, dinamómetros y espirómetros para medir la capacidad pulmonar; instrumentos (la mayoría alemanes) para medir los espectros sensoriales; láminas y tests para medir la memoria, el juicio, el razonamiento, la atención y la afectividad. Como se ve, conviven una psicología basada en la anatomía y la fisiología, como lo eran la craneología y la frenología del siglo XIX, y otra más autónoma, aunque ambigua, que se centraba en el estudio de los equilibrios dinámicos del individuo en el ámbito intelectual, volitivo y afectivo. En este cruce, se abrían perspectivas para una psicología abarcadora de otros aspectos:
“el adolescente no percibe ni observa de la misma manera que lo hace el niño,porque su yo, otro, dinamizado por esa avalancha de sentimientos y afectos que trae consigo el despertar del sexo, en presencia de las cosas, suma de infinitos valores, las interpreta con un criterio no de mayor experiencia sino de mayor utilidad”
Tiene como campo de estudio al alumno, es decir, al niño en la situación de aprendizaje. Existió un laboratorio de Paidología ubicado en la Facultad de Ciencias de la Educación El laboratorio constaba de una tabla para medir la abertura de los brazos, antropómetros para medir la altura; craneógrafos, dinamómetros y espirómetros para medir la capacidad pulmonar; instrumentos (la mayoría alemanes) para medir los espectros sensoriales; láminas y tests para medir la memoria, el juicio, el razonamiento, la atención y la afectividad. Como se ve, conviven una psicología basada en la anatomía y la fisiología, como lo eran la craneología y la frenología del siglo XIX, y otra más autónoma, aunque ambigua, que se centraba en el estudio de los equilibrios dinámicos del individuo en el ámbito intelectual, volitivo y afectivo. En este cruce, se abrían perspectivas para una psicología abarcadora de otros aspectos:
“el adolescente no percibe ni observa de la misma manera que lo hace el niño,porque su yo, otro, dinamizado por esa avalancha de sentimientos y afectos que trae consigo el despertar del sexo, en presencia de las cosas, suma de infinitos valores, las interpreta con un criterio no de mayor experiencia sino de mayor utilidad”